Laura
Tinta y acuarela, 18 x 13 cm.
Mi admiración por los gatos es bien conocida y evidente. Aprecio su naturaleza selectiva, su inevitable curiosidad y su tranquilizador ronroneo, pero lo que realmente me cautiva es su físico y sus movimientos felinos: su mirada intimidatoria, las rutinas de limpieza, su agilidad y velocidad , la comunicación a través de los bigotes, la cola y las orejas, los movimientos sigilosos, su innegable elegancia y su poderosa presencia.