Etna
Óleo sobre tablilla entelada, 22 x 16 cm.
Ella es como un volcán activo pero dormido; una mujer vibrante y fuerte que actualmente se encuentra en reposo. Necesita hacer una pausa, detenerse y sanar, recuperar energía y emerger como una persona nueva. La obra pone de manifiesto el hecho de encontrar impulso dentro de la vulnerabilidad, de persistir en el proceso y de respetarse a uno mismo entendiendo que todo es cíclico y que todo necesita su tiempo y su ritmo, todo pasa.
Etna pronto podrá levantar la cabeza y podremos ser testigos de su inmenso potencial.