Beth
Óleo sobre papel, 15 x 15 cm.
Soñar despiertos y desconectar del ruidoso mundo exterior, dejando que nuestros pensamientos fluyan libremente. A medida que la mente divaga, se distrae y la inspiración empieza a brotar. A menudo, las grandes ideas surgen de estos momentos de pensamiento desenfrenado. Dejar volar la imaginación no sólo relaja la mente, sino que potencia la creatividad.
No todo el mundo parece tener un talento natural para soñar despierto, así que me considero muy afortunada.